El clasificador de billetes puede clasificar los billetes por denominación, una función fundamental, esencial no solo para bancos, sino también para diversas instituciones comerciales. Esta función simplifica la gestión del efectivo y reduce el tiempo necesario para completar las operaciones. Por otro lado, la clasificación por idoneidad se refiere a filtrar los billetes dañados, con parches, viejos o nuevos, arrugados, descoloridos, manchados, escritos o grafitis, rotos o dañados, de los billetes intactos. Esta función es crucial, ya que, en algunos entornos comerciales, estos billetes serán rechazados. Lo mismo ocurre con el dinero falso, por lo que su detección se ha convertido en una de las características estándar de un clasificador de billetes. Para las pequeñas y medianas empresas, un clasificador de billetes de tres o cuatro compartimentos suele ser suficiente para esta tarea. Sin embargo, para operaciones que requieren una clasificación más avanzada, se puede utilizar una máquina clasificadora de efectivo con compartimentos de salida adicionales para mejorar la eficiencia de la clasificación. Las máquinas con seis, ocho o más bolsillos permiten una clasificación más detallada y completa, adaptándose a una gama más amplia de necesidades de clasificación de billetes.